Sobre el taller

Hombre, lenguajes y tecnologías han configurado en su combinación y a través de los siglos el fenómeno de la comunicación. Distintos son los hitos que le han dado forma: la articulación del lenguaje en la oralidad, las pinturas rupestres, la retórica, la escritura y su reproductibilidad a partir de la imprenta, el cine, la radio, la televisión e internet. En el último siglo ha acelerado tanto el ritmo de los cambios y la innovación que las reflexiones necesitan revisión permanente. En solo cinco años en Argentina hemos visto la masiva sustitución de teléfonos celulares por aquellos inteligentes donde convergen casi todos los medios que solíamos llamar tradicionales, o la aparición en el mercado de un televisor con pantalla táctil y conectado en internet. Los ejemplos son infinitos y de aparición constante.

En apenas 20 años hemos protagonizado la salida de internet de los recintos académicos y militares en los que fue concebida, para enredarse en nuestras prácticas y modos de vinculación de una forma indisoluble. Las webs tuvieron esa etapa de fascinación, el boom de los negocios que hoy ya no son. El “clásico consumidor” se transformó en productor de sus propios mundos con los blogs, el comercio electrónico, las redes sociales. Más recientemente la movilidad de la telefonía celular que ya no provoca extrañamiento. Estos procesos, nos enfrentan a revisar  nuestra propia constitución occidental y racional en algunos ejes como el tiempo, el espacio, la propiedad y la creación.

Durante el mismo período se han consolidado perspectivas que se inscriben en los denominados “nuevos paradigmas”. Una de ellas es la comunicación estratégica, nacida en el propio seno de la Universidad Nacional de Rosario y que ha invitado a deconstruir las nociones clásicas de comunicación para proponernos una que nos posiciona haciendo un nuevo mundo. “Los enfoques que se incluyen en los nuevos paradigmas (…) buscan desplegar una mirada sobre lo comunicacional en reemplazo de lo comunicativo. Reconocen que, ante todo, cualquier comunicación es una relación. Ese es su foco. Allí ubicados, lo que toca luego es explorar ese fenómeno como una conversación multidimensional, compleja, fluida, en la que interesa analizar cómo opera el encuentro entre quienes hablan. No se trata de cualquier conversación: no una charla entre vos y un Fulano, sino un vínculo intersubjetivo que configura el mundo deseable y posible tanto para vos como para el Fulano pero cuyos ejes y tonos se resuelven siempre a medio camino entre lo individual y lo colectivo. Ese es el recorte de lo comunicacional” (Massoni, 2013). Es esa especificidad la que nos convoca en esta perspectiva, y que centra la mirada de lo comunicacional en la noción de sentido enactuado.

La comunicación como espacio relacionante en la diversidad socio cultural (Massoni, 2007), vuelve la mirada sobre la modalidad más que sobre los contenidos, donde la transformación es acción fluida, compleja y multidimensional.  Los mensajes pierden fuerza ante la modalidad para la construcción del vínculo. Desde este espacio nos posicionamos para pensar el hacer en este nuevo ambiente. Y para concretarlo, hemos elegido algunas perspectivas confluentes, como la noción de hipermedia desde Carlos Scolari (2008), y el seguimiento constante de los procesos vinculados a las TIC de Alejandro Piscitelli (2002).

Por tratarse de un taller, nos proponemos disparar algunos ejes que permitan trabajar desde las propias experiencias y conocimientos como usuarios en un mundo de tecnologías digitales y acompañar procesos de valorización, planificación y ejecución de estrategias comunicacionales asociadas a la utilización de nuevas TIC.

Aquí encontrarás los ejes del taller 

Contacto: Mariana Piola – mpiola@gmail.com

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